DEPRECIACIÓN POR EL MÉTODO DEL SALDO. DECRECIENTE Y SALDO DOBLEMENTE DECRECIENTE.

Este método permite hacer cargos por depreciación más altos en los primeros años y más bajos en los últimos períodos, este método se justifica, puesto que el activo es más eficiente durante los primeros años por eso se debe de cargar mayor depreciación en dichos años.
Otro de los argumentos que se presentan es que los costos de depreciación y mantenimiento son a menudo más altos en los últimos periodos de uso produciendo una depreciación anual decreciente, y haciendo caso omiso del valor de rescate estimado. En cada año el cargo a resultados es más pequeño y al final de la vida estimada queda un residuo que representa el valor de desecho.
Este método consiste en duplicar la tasa de depreciación de línea recta y en aplicar esta tasa duplicada al costo no depreciado (valor en libros) del activo; El valor en libros significa el costo del activo menos la depreciación acumulada.
Antes de 1954 el método de depreciación en línea recta era obligatorio pero en 1954 se aceptaron los métodos acelerados (Método de saldo decreciente doble, suma de los dígitos anuales).
Para obtener la tasa de depreciación por el método de saldo decreciente es la siguiente:(100%) x2
Años de Vida Útil
En el primer año se multiplica el costo total del activo por el porcentaje equivalente obtenido de la formula anterior. En el segundo año lo mismo que en los subsiguientes, el porcentaje se aplica al valor en libros del Activo (El valor en libros significa el costo del activo menos la depreciación acumulada).
La determinación del factor ara depreciación es simple, lo que haremos es duplicar la tasa que manejamos en el procedimiento lineal, o explicado de otro modo, representamos el valor del bien con el 100%, lo dividimos por la vida útil asignada al activo y el resultado lo multiplicamos por 2.
FUENTE:
COMENTARIOS PERSONALES:
Toma en cuenta que los activos fijos tienden a depreciarse en una mayor proporción en los primeros años que en los últimos.
No toma en cuenta los intereses que genera el fondo de reserva. Se tiene que ajustar la última depreciación a aplicarse, para poder llegar al valor de desecho del activo.